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jueves, 20 de octubre de 2016

Dim sum [receta primeriza]

¡Hola a todos! Hoy vengo a contaros mi experiencia con el dim sum, que en cantonés he leído que significa "tocar el corazón". Como muchos (o no) sabréis, se trata de unos pastelillos cocidos al vapor o pasados por la plancha típicos de la cocina asiática, con relleno dulce o salado. Realmente, no tiene mucho más. 

Chinese dim sum. I want them all because i am a greedy bastard. More: La cuestión es que llevo un tiempo dándole vueltas al asunto de las recetas asiáticas y es que de primeras a menudo nos parecen complicadas, por aquello de que la mayoría llevan salsa de soja (de lo más fácil de encontrar), jenjibre, wasabi, pasta de mirin, vinagre de arroz, sake, especias cuyo nombre no sabemos pronunciar, pastas / granos / mezcla de curry o pimientos extraños, diferentes tipos de harina... Total que al final, nos echamos atrás; y esto es así. 

Asia es para empezar otro continente diferente, cuya mayoría de regiones y países tiene cien veces más especias, aromas, sabores y elementos que distan mucho de nuestra cocina, y efectivamente al principio puede que uno se sienta cohibido pero a fin de cuentas son ingredientes que una vez encontramos y compramos, se quedan en nuestro armario y seguro que se hacen un hueco en las recetas venideras de nuestro día a día, de modo que hago una llamada global para que todos nos reconciliemos con esa receta (¡sea de donde sea, de aquí, de Alaska o de Pekín!) y le demos una oportunidad. Estoy segura de que una vez que rompamos esa barrera, las demás serán cada vez más frágiles.

Además, es divertido cocinar algo nuevo y no olvidemos que puede unirnos mucho más con quienes tenemos alrededor. No me enrollo más, ¿a qué viene todo esto? A que la masa para hacer dim sum es muy sencilla, pero llevo viendo por distintos blogs que puede hacerse con obleas de La cocinera, las de las empanadillas, sí sí. Y me dije "María, la masa casera debe ser mil veces mejor", pero por otro lado... "Si tantos blogs obtienen buenos resultados, por algo será, ¿no?"  

La conclusión llegó cuando vi que los ingredientes de las obleas prefabricadas son prácticamente casi idénticos a los de la masa del dim sum, así que me dije: hoy probamos con obleas, y otro día con masa casera. Compré algunas especias que vi resultonas y el resultado fue dim sum con obleas de La cocinera y especias que recuerdan a cocina argentina jajaja, ¡así que esa es la receta de hoy! 

Pido disculpas por la foto; volaron y no pude sacar más.



INGREDIENTES:

- Un par de paquetes de obleas de la cocinera tamaño pequeño (he visto que hay dos).
- 200 / 250 gr de carne picada, y va que chuta.
- Media col (repollo).
- Una o dos zanahorias.
- Champiñones al gusto.
- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla grande.
- Un chorrito de vinagre (si tenéis de arroz, mejor)
- Aliño: jugad con vuestros gustos, yo usé salsa de soja, un molinillo de pimientas, y una mezcla llamda "5 especias reunidas" Geiper, sal, y aceite de oliva. 

Vamos a necesitar un utensilio para cocer al vapor (si te apetece y te aventuras también puedes pasarlos por la plancha una vez cocidos).

ELABORACIÓN:

Antes de empezar, saca de la nevera las obleas, en muchos blogs no se dice nada de esto pero que estén frías puede hacer que al manipularlas, se quiebren.

Primero preparamos una tabla amplia donde picar nuestras verduras. Nos lavamos las manos y desprendemos las hojas de la col antes de cortarla, las lavamos y reservamos las dos o tres hojas más grandes que tengas: la intención es cubrir el fondo del utensilio donde cocerás al vapor tu dim sum. Bien, hecho esto, lavamos y pelamos todas las verduras. Lo más pequeñito que puedas. Vamos a poner una sartén hermosa a calentar con un par de cucharadas de aceite, y añadimos primero el ajo y la cebolla, y cuando los veamos dorados incorporamos la zanahoria y la col. 
Le damos un par de vueltas y ponemos la carne picada, presionando con la "pala" de madera para separarla y que quede sueltecita. Añadimos el champiñón por último y lo dejamos que se haga. Cuando lo veamos todo cocidito ponemos sal y un chorro de vinagre, removemos, ponemos a fuego lento y tapamos.

Cuando haya evaporado, empezamos a jugar con las especias y la salsa de soja hasta que su sabor nos avise de que estamos cerca del Valhalla. El sabor, es importante. Pensad que la masa en sí no es que digamos muy sabrosa y en la mayoría de países asiáticos reina el sabor: el punto que a veces nos falta para que digamos "esta comida está de infarto" es darle un sabor espectacular y para eso hay que aderezar, probar, dejarse llevar. 

Cuando tengas el punto de sabor que te guste, remueve bien, apaga el fuego y ponlo en un plato tapado con film transparente y al congelador: queremos que se enfríe para poder manipularlo mejor luego. 

Mientras tanto prepara tu olla o cazo con agua para hervir, dispón tu rejilla para el vapor (hay cientos de tipos) con las hojas de col en la base: esto hará que tu masa no se pegue y toda tu ilusión se vaya al garete. Si tienes una vaporera especial, no digo nada, pues no tengo y no sé cómo van.


En las fotos el plato es pequeño, no tipo café pero tampoco tipo normal, no os asustéis :P
Ahora si quieres puedes untarte las manos en mantequilla o aceite y hacer bolitas con el relleno, o disponerlo sobre cada oblea de empanadilla con una cucharita, da lo mismo en este caso (pues ya está cocinado, en caso contrario se harían bolitas como para albondiguillas y las pondríamos rodeadas de oblea ¡y al vapor!). Cierra con mimo y cuidando de que no quede nada abierto. Cuando los tengas todos hechos, puedes empezar a ponerlos al vapor: yo los fui dejando unos diez minutos más o menos cada uno. 

¡Y ya está! Puedes comprar salsa de soja, agridulce o la que quieras para comerlos, ¡están buenísimos! Mi intención es colgaros la próxima vez la receta de la masa casera y probar con un relleno de cerdo y gambas, que dicen que tiene mucho éxito. 

Anímate y comparte tus fotos con el blog ^^  




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