Medallones de verdura

 ¡Como los de IKEA! Estuve recientemente (y como siempre me enamoré de una y mil cosas que hay allí... Empiezo a pensar que debería prohibirme ir allí, porque siempre vengo con algun objeto inutil que me encuentre) y entre los que probé allí y lo que he encontrado en recetas me han salido ricos. Según he leído se prepara mucho por toda la zona de Noruega y supongo en más lugares de por allí... Sea como fuere, estaban muy muy buenos, no lograba adivinar qué tenían para que quedasen especialmente suaves y melosos... Y sigo sin adivinarlo, supongo que mantequilla o incluso, nata. O tal vez más tiempo de horno. Son esas las cuestiones que uno puede cambiar a su gusto, e ir experimentando... 

  En definitiva, os traigo mi apaño, que como podéis observar la cantidad es para dos personas, pero sale una cantidad más que generosa :) espero que os guste.

¡Vamos con los pasos!

- Pelamos, lavamos y troceamos las patatas, las ponemos a hervir.

- Pelamos y picamos los puerros y la cebolla y los ponemos a rehogar en una sartén con unas gotas de aceite. Cuando empiecen a coger color, retiramos del fuego.

- Cuando estén las patatas las retiramos y las ponemos en un bol amplio: podemos usar el mismo agua para hervir el brócoli hasta que esté blandito.

- Aplastamos las patatas una vez troceadas en el bol, le damos vueltas para que se enfríe un poco por si hace falta meterle mano y amasar. Añadimos el puerro y la cebolla y removemos, aplastamos... Para que quede como una crema espesa. Ponemos queso rallado, yo usé uno normal que tenía por casa, pero el 
parmesano en polvo va muy bien.





- Escurrimos el brócoli cuando esté en su punto y lo desmenuzamos para añadirlo a la mezcla; salpimentamos, añadimos hierbas aromáticas a nuestro gusto.

*Podemos poner aceite de oliva en la mezcla final para que quede suave, aquí es donde puede que la receta original llevase mantequilla... Pero en casa apenas la uso para cocinar. 

- Ponemos un molde en la bandeja del horno con papel encerado y ponemos dentro la mezla, aplastamos, retiramos el molde y así hasta terminar con los medallones (si no tenemos molde, pues como toda la vida: con la mano y un vaso..)

- ¡Y al horno! Ponemos un poco de queso por encima y esperamos a que coja el punto tostado que nos guste. Lo acompañé con tortilla francesa como en la foto del principio, pero admite ser guarnición de casi cualquier cosa... Además, lleva brócoli, que a menudo no suele ser del gusto de todos y así está verdaderamente rico.